Playa

Me voy pa Burriana a pasar el día. Lo digo por si alguien no tiene otra cosa mejor que hacer que echarle un vistazo a mi casa y si ven de pasar por la calle a alguien con un huevo en la mano le digan dónde estoy para que me lo tiren a mí en la cara (si hay cojones, claro). Me gustaría poder escribir en este blog sobre un montón de cosas que me preocupan y que me divierten y que no me tienen (o no deberían tenerme) en absoluto como protagonista de la historia (nunca asumí bien ese papel), pero el estado de cabreo permanente en el que me hallo y que se acentúa cada vez que salgo a la terraza y veo ahí los huevazos pegaos (no pienso limpiarlos) me impide emplear mi tiempo y esfuerzo mental en cuestiones que encuentro son de muchísima más importancia. Esto (mi alteración nerviosa) sé perfectamente a quién se lo debo y no pienso olvidar ni una sola de las muchas ofensas a las que llevan mucho tiempo sometiéndome. En otro orden de cosas, quiénes aprovechen mi cercanía física para emitir opiniones sobre mis palabras y/o mis actos (de soslayo, como quién no quiere la cosa) les ruego encarecidamente que antes de soltarlas por sus boquitas anden una milla en mis zapatos, como dicen los americanos, y si ven que les viene larga (la milla digo) prueben a hacer una pirueta de contorsionista y metánse la lengua en el orto (no sé si va con hache o no) o bien vayánse a cagar a algunos de esos maravillosos atolones deshabitados de los que está lleno el oceano pacífico. Yo me quedo en las playas de la provincia de Málaga, mi patria chica, a la espera de que vuelva a haber suficiente pasta para poder escaparme a Cádiz o Huelva aunque sea sólo un fin de semana. Que paséis un buen domingo paisanos.