No miento cuando digo que no veo la tele. Ahora estoy con un libro que es la segunda parte de una trilogía del Ken Follet que se llama El invierno del mundo (el libro digo, la trilogía no me acuerdo ahora como se llama). Lo conocerán ustedes porque es un superventas y narra la historia de una serie de personajes en diferentes partes del mundo a lo largo del siglo XX. Ahora mismo estoy con la toma de poder de los nazis en Alemania. Tal y como lo narra Follet no es esa idea que yo tenía y que defendía (al menos en parte) un tipo en un libro que se llamaba El miedo a la libertad y que me dieron a leer hace tiempo. No fue el pueblo alemán, lleno de rencor y de odio hacia el resto de Europa tras perder la Gran Guerra quién colocó a estos individuos como dirigentes de su país para que devolviera a su nación la gloria perdida, aunque ciertamente parte del pueblo alemán sí que ansiara esto. No hubo tal subida "democrática" del partido nazi al poder. No fue el pueblo alemán el culpable de todo lo que ocurrió después. Sólo una pandilla (quizá una pandilla de miles o de cientos de miles, o de millones repartidos en todo el mundo, pero a fin de cuenta, una pandilla) de locos que creyeron ser superiores al resto (por puro miedo a ser todos iguales) y que al final lo único que consiguieron fue volver a sumir a su país en la ruina además de todo el daño que hicieron en el resto del mundo. O al menos así lo narra Follet. Igual se equivoca. Igual no. La cuestión es que sin ver la tele como digo, de vez en cuando y mientras escribo el nombre de algún músico o de algún grupo de música en ésta pa poder ver los vídeos del youtube, algo de lo que sale por la televisión me escupe en la cara. O bien los amigos de facebook cuelgan noticias de lo que está pasando en ese extraño país que se llama España de ese extraño planeta que se llama La Tierra. Y lo que veo me revuelve el estómago. El otro día hablando con una persona a la que acababa de conocer salió el tema de los desahucios y me dijo, no sé si probándome o no, que si yo había visto alguna vez alguno en Málaga. Si paseas por un bosque y está calcinado, amigo, es que ha habido un incendio. Y si cada vez que paseas por tu ciudad ves a más y más gente pidiendo por la calle, si vas a la oficina del Inem y allí no se puede ni entrar de como está aquello de gente, si hablas con gente que no tiene trabajo y que tiene hijos y te dicen que más de una vez se han acostado sin cenar porque la poca comida que había (de la "beneficencia" católica) era para sus hijos puedes hacer dos cosas: empecinarte en que todo es mentira y que es mejor negar la realidad que no te gusta para que ésta de alguna manera no exista o empezar a aceptar que hay algo que todos hemos hecho mal. Apartar la mirada y negarse a ver con claridad. Creo que fue uno de los principales errores del pueblo alemán. Ése y entregar el poder que emana de todos y cada uno de nosotros a una pandilla de cobardes que nunca supieron (en el fondo) hacer otra cosa mejor que velar por sus propios culos mientras azuzaban a sus perros para que mordieran los nuestros. No veo mucha diferencia (en el fondo, vuelvo a repetir, por mucho que hayan cambiado las formas) entre el Tercer Reich alemán y esta pandilla de payasos de mierda que ahora dicen gobernarnos. Quizás y simplemente nos hemos vuelto a perder en el jardín del edén...
Una advertencia: yo escribo para los míos, que considero que son los buenos. Quiénes no se tengan por tales o teniéndose por tales en realidad no lo sean se abstengan de leerme y mucho menos de comentarme. Hace ya mucho tiempo que sus opiniones sobre mi persona, mis ideas y mi vida me importan un puto carajo. A los tibios de corazón un abrazo, a ver si con el calor se les prende un poquito de chispa en sus tristes pechos y se atreven de una vez a colocarse en uno de los lados de la balanza...Si se ponen del nuestro se les notará en seguida porque lo harán con la cara descubierta y sin miedo en el cuerpo.
Una advertencia: yo escribo para los míos, que considero que son los buenos. Quiénes no se tengan por tales o teniéndose por tales en realidad no lo sean se abstengan de leerme y mucho menos de comentarme. Hace ya mucho tiempo que sus opiniones sobre mi persona, mis ideas y mi vida me importan un puto carajo. A los tibios de corazón un abrazo, a ver si con el calor se les prende un poquito de chispa en sus tristes pechos y se atreven de una vez a colocarse en uno de los lados de la balanza...Si se ponen del nuestro se les notará en seguida porque lo harán con la cara descubierta y sin miedo en el cuerpo.
ResponderEliminarDeja que te diga que este artículo está muy bien hilado. Y que estoy de acuerdo contigo;)
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